Consiste en un recipiente abierto y diáfano por su parte
superior que tiene dos asas laterales para facilitar su traslado. Está
fabricado de metal o de cristal y se emplea en el servicio de vinos blancos,
rosados o cava con objeto de mantener su temperatura durante el tiempo que dura
la comida:
los vinos blancos deben servirse a una temperatura entre
7º y 10º, salvo los dulces que se beben a temperatura inferior y los de crianza
que se toman más calientes
los rosados se sirven entre los 6º y los 8º
el cava se sirve entre 5º y 7º
Para conservar su aroma y sabor en las mejores
condiciones es necesario mantenerlos a su temperatura inicial hasta que se
consuma por completo la botella, razón por la que deben introducirse en un
recipiente con hielo.
La hielera se coloca en una mesa auxiliar o en un soporte
independiente en el lateral de la mesa. El mueble consiste bien en una
estructura que se engancha al tablero de la mesa, bien en una soporte con pie
que se apoya sobre el suelo. La hielera tan solo se saca en el caso en que se
vaya a consumir un vino frío o espumoso y en el momento en que se traiga la
botella a la mesa. Cuando el camarero va a servir el vino, lo extrae de la misma
y seca su extremo inferior con una servilleta de modo que no gotee sobre la
mesa.
Otra utilidad de la hielera es la de retirar la botella
de la mesa liberando así espacio para colocar fuentes, vinagreras u otros
elementos.